Lo más alto del techo


"Rubi, luego de tres horas de caminata, estaba sentada en el banco de un parque europeo frente a la embajada francesa. Imaginaba su futuro en otro país..."

Soñar con lo desconocido plantea de algún modo el camino de búsqueda.

Relato e ilus: Marlenciax

I have trapped you


GAME OVER

Edición: Marlenciax con la participación de Glokux

Lo exquisito del agua y la rusticidad de la tierra - A Relis




Con una sedosa calma, voy a contar este suceso.

Hacia un desenlace diario - con inmensa pesadez - retorno a casa.
Mi cuerpo fatigado, no comprende el simple pedido: caminar.

Para empezar, no sé por qué motivo exacto el fin de semana se desfasó y me desorienté.
El domingo, cuando volví a Sarandí, advertí un indicio.  
Sorpresivamente, la memoria me llevó.
Se acoplaron al viaje, Felicidad y Tristeza.

Algo importante llegué a entender.
El caos interno me lleva como torbellino al lugar que deseo. Me desorienta totalmente y aproximo a entender una mínima idea. Pero... algo se escapa.

El bosque es inmenso e inicio el paseo con dos premisas – cautela y disfrute.

Por detrás de mi espalda, enlazo mis brazos y fuertemente los estiro, mis oídos aíslan el sonido y reverbera Bloom* - no puedo ni quiero dejar mi cuerpo; necesito sentirlo, tocarlo, estirarlo, disfrutarlo.
Más allá de ser mi herramienta cotidiana, es mi vía de transporte al dolor y placer. 
Se me ocurren varias maneras de experimentar… La que me seduce y hace de mí un goce, es la invención y el juego.
Suelto el enlace de brazos y Morning Mr. Magpie* me hace volver.

Bueno, empiezo.

Llevo alpargatas: sentir el pasto y la tierra por un contacto suavemente protegido, me envuelve a un canto crujiente de ramas, bichos y hojas secas. La humedad y el frío desafían.
Sonrío al no llevar abrigo. Recuerdo mi sangre como fiel compañera. Nos conocemos muy bien, por eso la cuido y viceversa. Aunque sea mi fluido incondicional, olvido su cuidado.

Me adentro más por el paisaje se-cre-ta-men-te escondido.

Veo tu presencia sin estar - incorpóa - ante Mí. Necesito escuchar tu voz.
Atardece y hay una difusa luz anaranjada.
Conversamos un buen rato mientras nos une lo lejano del encuentro.
Finalizando, guardamos ese enlace, como hendidura invisible dentro de una caja oculta… Es rodeado por un cielo habitado por lobos de fuego salvaje. 
Entrelazan sus cuerpos para dar inicio a la noche.
La ceremonia, comienza atravesada por una exótica llamada: El Rey.
Su presencia oscureció los alrededores, e introdujo al ambiente, un agudo sonido, transformando los esqueletos y músculos de los presentes, en reposo.

Descuido mi concentración, apoyada en columnas interconectadas, y todo se derrumba. 
Yo, me resbalo. La luz anaranjada del atardecer persiste con tenacidad.
No estás vos, no están los lobos.

Del pino, cae un fruto y aproximo mi vista al impacto...se eriza mi piel: todos nuestros espacios vividos, se grabaron sobre c-a-d-a lámina de la piña.

Como agua y tierra, envuelto por el sol y la luna, se da inicio a La Vida.




Relato e ilustración: Marlenciax
*Temas de Radiohead "King of limbs" 
Recomendación: Leer este relato con el movimiento Poco Allegretto de mi amadísimo Brahms.

El recuerdo de la incertidumbre



Es probable que no sepamos ver con claridad.

Las variables son múltiples. Quién sabe...

Me gustaría contarte que es único despertar en la mañana de un domingo.

Desde acá, imaginá esto:


Comprás una entrada para ir al teatro, sólo. 
Llega el día de la función...
Dan sala y, luego de estar allí esperando el ansiado momento, no ingresa nadie.

- ¡Qué placer! ¡La función va a ser para mi. Únicamente para mi!

Se apagan las luces y unos movimientos inesperados brotan por tu estómago - son nervios de algo nuevo.

El telón se abre. Una luz, y una mujer de extraños rasgos habitan el escenario. Viste una túnica carmesí. Comienza a recitar líneas cautelosamente estudiadas:

Me despierto un domingo a la mañana. Abro los ojos con curiosidad de verte, sabiendo que no estás a mi lado; pero te imagino - también imagino que algún día dejaré de imaginarte: 

no tenerte me confunde -.
Son las 6 de la mañana y sin zoquetes en los pies, con el diminuto otoño que nos visita, salgo al inmenso balcón - ¿Cómo te imaginás qué es? - hace frío, y aprendo a controlarlo. Tal práctica de temporada se convirtió en mi diversión. 

Dar lugar al frío, es enredarse en un laberinto de hielo. Compleja misión.
(El frío: ser inescrupuloso. Cuenta con la capacidad de generar dolor, entumecimiento gracias a sus amplias técnicas tan destructivas y desarrolladas al punto de matar; para colmo, logra controlar al tiempo, según causa y circunstancia.)
Cada tanto, pasan autos, zagales y se escuchan gritos de euforia, mientras veo todo, como omnisciente religioso. Prendo un pequeño cigarro y aspiro. Su contenido me dilata como gota cayendo al agua - cuando aspiro, siento estar en el mismo lugar con el momento transformado.

"Jigsaw falling into place" estalla en el aire y la guerra se desata como venganza. 
No estoy sola; te llevo dentro como espíritu dual; pesado, de liviano y protector que sos.
Aparece el primer enemigo; pseudo-vienés embustero lleno de mentiras. 
Al mirarlo, queda desintegrado.

Frenando esto de un tirón, es mejor no ir 
allá. No sirve. 
Volver a recorrer un lugar conocido puede provocar aridez y un hondo daño.
Hace poco, entendí que no es bueno vivir en desiertos.




Ilustración y relato: Marlenciax